Tratamientos Corporales
Fosfatidilcolina
FOSFATIDILCOLINA
La fosfatidilcolina es un extracto derivado de la Lecitina de Soya presente naturalmente y en abundancia en las membranas celulares, conocido también como un emulsionante natural de las grasas, que impide al colesterol que se deposite en las arterias
Las indicaciones para su aplicación son limitadas y se restringen a pequeños depósitos de adiposidad circunscrita, en pacientes con peso ideal o con sobrepeso leve.
- Cadera
- Cintura
- Abdomen
- Flancos
- Muslos
- Zona baja de glúteos
La técnica de aplicación correspondiente es la infiltración subcutánea; la sustancia es inyectada directamente en el tejido graso, con una aguja hipodérmica 30 G o 30 G ½.
El uso de la fosfatidilcolina es recomendable en personas que cuentan con ciertos niveles de grasa corporal y, como ya mencionamos anteriormente, no en casos de obesidad o sobrepeso en exceso.
Hoy en día, se considera a la fosfatidilcolina como uno de los tratamientos por excelencia para la adiposidad localizada, debido a su potente acción lipolítica.
Personas con adiposidad localizada,
(todo tratamiento reductor o que destruye células adiposas debe ser controlado por un profesional de la salud, no se atienda en lugares donde no hay médicos con matricula habilitante para tratarse, los médicos son los únicos habilitados para realizar este procedimiento debido a que si se aplica mal puede generar necrosis .
Las complicaciones se han descrito como infrecuentes.
Los efectos secundarios locales consisten en: Necrosis superficial.
- Necrosis grasa encapsulada.
- Inflamación, edema y molestias locales persistentes.
- Infecciones.
- Úlceras.
- Neoangiogénesis.
También, se han descrito efectos adversos sistémicos, fundamentalmente de tipo colinérgico, como náuseas, vómitos, diarrea, sudoración profusa, modificaciones de la salivación y sentido del gusto y, en algunos casos, arritmias cardíacas.
El uso de la fosfatidilcolina está contraindicado principalmente en:
- Diabéticos con microangiopatía.
- Patologías renales.
- Obesidad.
- Resistencia insulínica.
- Enfermedades infecciosas crónicas.
- Hipertensión Arterial.
- Pacientes con psoriasis